sexta-feira, 18 de dezembro de 2015

Las ‘superbacterias’ amenazan a Europa


La resistencia a los antibióticos “de último recurso” aumenta en el continente

Hace solo 70 años, contraer una infección común podía llevar a la tumba a cualquier persona joven y sana. Hacerse un corte o someterse a una sencilla operación quirúrgica era una lotería: si una bacteria entraba en la herida, esta podía acabar siendo mortal. Hasta que llegaron los antibióticos y cambiaron la historia de la medicina. Se aprecia en las gráficas que dibuja la mortalidad en lugares como Estados Unidos: a partir de los años cuarenta del siglo XX el número de fallecimientos cae en picado. Una revolución sin precedentes que ha salvado millones de vidas en el mundo.

ELENA G. SEVILLANO Bruselas 
ELPAIS

Pero el uso se ha convertido en abuso, y los antibióticos están perdiendo efectividad. No se trata de una predicción apocalíptica, de una amenaza lejana en el tiempo. Los expertos hablan de la era posantibióticos como de algo que está a la vuelta de la esquina y que hay que intentar evitar por todos los medios. En todo el mundo aumentan las infecciones causadas por microorganismos que resisten a distintos antibióticos, las llamadas bacterias multirresistentes o, coloquialmente, las superbacterias. Aumentan las infecciones, y aumentan las muertes.

Consumo de antibióticos en Europa
Solo en la Unión Europea se calcula que la resistencia antimicrobiana se cobra cada año 25.000 vidas. “Es dramático. Tenemos pacientes que es como si estuvieran en la época de antes de Fleming, porque carecemos de antibióticos con que tratarlos. Estamos perdiendo la carrera”, asegura Juan Pablo Horcajada, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y jefe de servicio de Infecciosas del Hospital del Mar de Barcelona. ¿Por qué? “En parte porque no se producen nuevos antibióticos, pero también porque no usamos bien los que tenemos”.
El consumo se dispara
Si no se toman medidas inmediatamente, alertan los organismos de salud internacionales, el reloj de la medicina podría retroceder un siglo, de forma que una operación, un tratamiento de quimioterapia, una neumonía o una tuberculosis volverán a tener un enorme riesgo de muerte. El (mal) uso de los antibióticos explica, en parte, el aumento de las resistencias. Solo en la primera década del milenio el consumo global de antibióticos en humanos creció el 40%. En Europa el consumo también va al alza, según alerta el Centro Europeo para la prevención y control de enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés) en un informe hecho público hoy. Con enormes diferencias entre países: los griegos usan tres veces más antibióticos que los holandeses.
Los territorios con mayor consumo de antibióticos suelen ser también los que tienen mayor problema con las resistencias. En Europa son los países del sur y del este. Los últimos datos del ECDC muestran un “incremento significativo” de los porcentajes de infecciones por distintas bacterias que ya no responden a los antibióticos más comunes. Por ejemplo, la Klebsiella pneumoniae, un bacilo que causa infecciones del tracto urinario, o neumonías, entre otras, y que puede afectar a los recién nacidos.
Casi dos de cada diez de estas infecciones ya son resistentes a tres clases de antibióticos muy utilizados: las cefalosporinas de tercera generación, las fluoroquinolonas y los aminoglicósidos. “Esto significa que a los pacientes les quedan muy pocas opciones terapéuticas”, recuerda el ECDC. Hay tres países –Grecia, Rumania y Eslovaquia—donde más de la mitad de las infecciones ya no responden a estos fármacos.
Volver a antibióticos antiguos
La progresiva pérdida de eficacia de estos tratamientos ha llevado a recuperar antiguos antibióticos que dejaron de usarse hace décadas porque eran tóxicos y habían sido superados por otros más modernos. Horcajada relata que en muchos hospitales han tenido que recurrir a ellos para intentar salvar la vida de pacientes para los que no había otra opción. Sin embargo, estos viejos antibióticos no son tan eficaces ni tan seguros como los actuales. No solucionan el problema. Horcajada pone el ejemplo de un hombre de unos 50 años, intervenido de un cáncer, que en el posoperatorio enfermó de neumonía. A la espera de que llegaran los análisis, le dieron un antibiótico común, adecuado según las guías terapéuticas, pero que no era eficaz frente a la bacteria.
La infección se la estaba provocando una Pseudomona aeruginosa“extremadamente resistente”, recuerda el especialista en enfermedades infecciosas. Tuvieron que emplear colistina, un antibiótico descartado a finales de los sesenta porque provocaba insuficiencia renal. Al ser tan tóxico, tuvieron que disminuir la dosis, con lo que era menos eficaz y la infección progresaba. El paciente acabó muriendo por una infección multirresistente. “A las familias les cuesta entenderlo. Hasta ahora se creía que cualquier infección se cura como antiguamente, pero ahora las hay incurables”, asegura.
Mientras las técnicas ultrarrápidas de diagnóstico no estén implantadas en todos los hospitales, añade el experto, los médicos seguirán prescribiendo antibióticos sin saber si funcionan en las primeras horas, y contribuyendo al problema. “Es como un pez que se muerde la cola. Cada vez hay más resistencias, y se usan antibióticos de mayor espectro antes de tener análisis. La mayor utilización provoca que haya bacterias más resistentes”, explica Horcajada. Se necesitan “programas de optimización”: usar el antibiótico adecuado, en el momento, con el paciente, la dosis y la duración adecuadas. En España, añade, estos programas "están en fase de desarrollo e implementación" por parte de la Agencia Española del Medicamento (Aemps), en colaboración con la SEIMC.
El “último recurso” tampoco sirve
La mayor amenaza a la que se enfrenta Europa es la de las superbacterias resistentes a un grupo de antibióticos muy potentes llamados “de último recurso”, los carbapenémicos, según alerta el ECDC coincidiendo con el inicio de la primera semana mundial de sensibilización sobre los antibióticos. Se llaman enterobacterias productoras de carbapenemasas (CPE). Las carbapenemasas son unas enzimas que inactivan al que prácticamente es el último escalón terapéutico frente a los microorganismos multirresistentes.
“La mayor propagación de las CPE en Europa es una preocupación de primer orden en la Unión Europea, porque las opciones alternativas de tratamiento de los pacientes infectados son muy limitadas”, asegura Andrea Ammon, directora en funciones del ECDC. De “alarmante” la califica el informe de este organismo, que habla de cómo la situación en Europa ha empeorado notablemente en solo dos años. En 2013 seis países declararon que estas infecciones tenían distribución interregional (con casos por toda la geografía) o bien que ya eran endémicas. Este año ya son 13 los Estados (España incluida) en los que las CPE se registran en un gran número de hospitales.
Más muertes que el cáncer
De llegar a una era postantibióticos, es decir, si en los próximos años no se desarrollan nuevos antibióticos que sustituyan a los que están perdiendo su efectividad, en el año 2050 morirán 10 millones de personas al año en el mundo por infecciones bacterianas. Así lo asegura un informe encargado por el Gobierno británico que se publicó en diciembre pasado. Si se compara con otras causas de muerte se aprecia la dimensión del problema. El cáncer, por ejemplo, provoca 8,2 millones de fallecimientos. La diabetes, 1,5 millones. Actualmente se calcula que las muertes atribuibles en el mundo a la resistencia antimicrobiana son unas 700.000 anuales. Es decir, la mortalidad por esta causa se multiplicaría por 14.
El informe recuerda que al coste en vidas humanas se sumará el económico. Si las resistencias siguen creciendo, en 2050 menoscabarían el producto interior bruto mundial de entre un 2 y un 3,5%, es decir, unos 100 billones de dólares. Y las consecuencias de caer de nuevo en una “era oscura” de la medicina afectarían a muchísimas más personas que perderían calidad de vida. ¿Quién se arriesgaría a una operación sin profilaxis antibiótica si puede evitarlo? ¿Una operación de cadera, por ejemplo?
Es necesario actuar, y hacerlo ya, coinciden las autoridades sanitarias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó el año pasado la advertencia más severa. “El mundo está abocado a una era posantibióticos en la que infecciones comunes volverán a ser potencialmente mortales”, aseguró uno de sus directivos el año pasado, cuando se presentó en Ginebra el primer atlas mundial sobre resistencia a los antibióticos. Con datos de 114 países, la OMS confirmó lo que los expertos llevaban años señalando: la amenaza es global y afecta a todas las regiones.
Alexander Fleming recibió en 1945 el premio Nobel por el descubrimiento de la penicilina. Y durante su discurso lanzó esta profecía: “Llegará un día en que la penicilina la pueda comprar cualquiera en las tiendas. Entonces existirá el peligro de que un hombre ignorante pueda fácilmente tomar una dosis insuficiente y que al exponer sus microbios a cantidades no letales del fármaco los haga resistentes”. Siete décadas después, sus palabras resuenan en un mundo amenazado por las superbacterias.
Imagem: autor desconhecido


sábado, 12 de dezembro de 2015

¿Cómo enfrentarse a la adversidad?


El autor explica qué sucede en nuestro cerebro cuando nos enfrentamos a un peligro, un recuerdo negativo o el temor a que algo malo ocurra en el futuro

ELPAIS

Las situaciones extremas de la vida nos muestran, como si fuera a través de una lente de aumento, el comportamiento de nuestro cerebro frente a escenarios en donde se pone en juego nuestra supervivencia física o nuestra integridad psicológica. En estos párrafos trataremos de entender qué sucede en nuestro cerebro frente a un peligro del presente, un recuerdo negativo del pasado o el temor a que algo malo ocurra en el futuro.
Desde el momento en que somos expuestos a una situación extrema se activa un sistema muy básico, rápido y firme modelado durante cientos de miles de años, para hacer frente a lo que está ocurriendo. Este primer paso de defensa de nuestro sistema biológico es la llamada “respuesta de estrés”. Cuando el cerebro detecta una amenaza, se activa una respuesta fisiológica coordinada que implica componentes autonómicos, neuroendocrinos, metabólicos y del sistema inmune. El organismo necesita un mayor flujo de oxígeno para sus músculos, especialmente los del sistema de locomoción (para emprender el escape si hace falta). Así, se acelera la respiración para proveer más oxígeno, y la frecuencia cardíaca para entregar rápidamente ese oxígeno a través del torrente sanguíneo a los músculos principales. Los vasos sanguíneos en la piel se constriñen para que haya el menor sangrado posible en el caso de una herida.
Cuando el cerebro detecta una amenaza, se activa una respuesta fisiológica coordinada que implica componentes autonómicos, neuroendocrinos, metabólicos y del sistema inmune
Para proporcionar el combustible suficiente para el esfuerzo, nuestras glándulas convierten los carbohidratos almacenados en las células en azúcar circulante en sangre. También mejora la respuesta inmune; los glóbulos blancos que combaten las infecciones se adhieren a las paredes de los vasos sanguíneos, preparados para zarpar raudamente hacia cualquier parte del cuerpo que pudiera lastimarse.
El sistema cognitivo humano, a su vez, ofrece una variante aún más sofisticada: la capacidad de figurar y anticipar las amenazas del futuro, e incluso imaginar eventualidades que nunca han ocurrido, y que acaso nunca ocurran. Esta capacidad notable de nuestra especie es fruto de la experiencia acumulada y de la capacidad de hipotetizar e inferir. El desarrollo del cerebro humano, y en particular de sus áreas prefrontales, expandió, entre otras, nuestras capacidades para revisar el pasado y examinar el futuro. Esta complejización cognitiva de la respuesta de estrés llevó al psicólogo estadounidense Richard Lazarus a postular la existencia de “mecanismos evaluativos” implicados en el proceso de respuesta frente al peligro porque no siempre es sencillo determinar cuándo estamos frente a una situación que requiere acciones de protección.
El primer paso de este proceso es la “evaluación primaria”, esto es, el establecimiento del valor de un estímulo como peligroso o inocuo. Las investigaciones en neurociencia han permitido establecer el rol de diferentes estructuras cerebrales en la detección y evaluación del peligro, en particular, la actividad crucial de la “amígdala”, que sería responsable de detectar, generar y mantener emociones relacionadas con el miedo y respondería a la importancia de los estímulos emocionales. La “evaluación secundaria”, por su parte, busca establecer la disponibilidad de recursos del organismo para afrontar la amenaza.
Ahora bien, cuando la amenaza se disipa, se ponen en marcha otros mecanismos para volver a la situación inicial de reposo: la desactivación de la respuesta de estrés. Si, por el contrario, la respuesta de estrés permanece sostenidamente encendida, tiene lugar el llamado “estrés crónico”. En esta circunstancia, los componentes de la respuesta que suponían una ventaja adaptativa y una reacción de defensa y autoprotección del organismo, dejan de serlo y se vuelven en su contra.
Se acelera la respiración para proveer más oxígeno, y la frecuencia cardíaca para entregar rápidamente ese oxígeno a través del torrente sanguíneo a los músculos principales
A nivel cognitivo, la respuesta aguda de estrés favorece el incremento del nivel de alerta y la formación de memorias, aunque en el largo plazo la producción elevada de cortisol provoca deterioro cognitivo. La respuesta inmune también se afecta negativamente frente al estrés crónico dejando al organismo más expuesto a los diversos patógenos.
Podemos especular que existen factores ambientales, factores individuales –biológicos y psicólogicos– y también factores socioculturales que pueden llevar a que la respuesta de estrés no ceda y se realimente de forma continua, o, peor aún, en forma de espiral. Entre los factores externos socioculturales se suele aludir al estilo de vida moderno y urbano. Por ejemplo, hoy podemos tener al instante la información de lo que ocurre en cualquier parte del mundo. Este hecho tecnológico que confiere ventajas evidentes en ciertos terrenos, puede volverse una desventaja en lo que se refiere a la propagación de temores y la circulación de malas noticias.
Por su parte, en lo que se refiere a los factores biológicos y psicológicos, es necesario revisar la conexión existente entre el estrés y los trastornos de ansiedad, por un lado, y la depresión, por el otro. Para entender la ansiedad, podemos compararla con un radar, es decir, un dispositivo que rastrea nuestro ambiente en estado de alerta y nos avisa que una amenaza se aproxima. Pero la ansiedad es mucho más que un radar: es también un cuaderno de bitácora donde registramos las experiencias peligrosas vividas, y un mapa que nos guía, como un GPS, hacia territorios seguros. Sin embargo, cuando la ansiedad excede los niveles normales puede generar “falsas alarmas” que sobreactivan la respuesta de estrés y provocan estados de preocupación intensos y síntomas físicos diversos.
La depresión, por su parte, puede ser entendida en ciertos casos como una reacción biológica y psicológica en la cual nuestro organismo se rinde ante la adversidad, reduce sus intentos de solución, por considerarlos infructuosos, y se entrega a la desesperanza. En la depresión, así como en la ansiedad, nuestro pensamiento se vuelve propenso a los “sesgos cognitivos”, esto es, seleccionamos y priorizamos ciertos datos en desmedro de otros. En el caso de la depresión, la información negativa, y en el caso de la ansiedad, la información relacionada con el peligro. Luego, ciertos razonamientos distorsionados generalizan o amplifican el peso de esta información y provocan un espiral de realimentación de las emociones negativas.
Resulta central reflexionar también sobre el rol clave del otro (el prójimo, el ser amado, la comunidad) frente al desasosiego. Cuando cobija, cuando contiene, cuando acompaña
Afortunadamente, nuestro cerebro cuenta con diversas herramientas que pueden protegernos de estas complicaciones. La “resiliencia” es el conjunto de factores y mecanismos que nos permiten superar adaptativamente las situaciones de adversidad. En este sentido, dos mecanismos altamente eficientes para atenuar de forma progresiva la respuesta de estrés son la “habituación” y la “extinción”. El primero es la propiedad general de nuestras células nerviosas que consiste en la acomodación al entorno y un principio de economía, para evitar respuestas ociosas. Son innumerables los ejemplos, desde cuando entramos a una pileta fría y de a poco vamos acostumbrándonos, hasta cuando nos exponemos de forma repetida a un estímulo que nos asusta o tensiona, ayudando a que la respuesta intensa inicial disminuya hasta volverse tolerable. Este es el principio que rige los tratamientos por exposición, altamente eficaces en la ansiedad.
El proceso de “extinción” sucede cuando nos exponemos a un estímulo temido y comprobamos una y otra vez que las consecuencias negativas que esperábamos no ocurren tal cómo anticipamos, y se atenúa la respuesta de estrés. Otro de los procesos de regulación de las emociones, de naturaleza cognitiva, es la “re-evaluación”, que consiste en modificar el significado funcional atribuido a la situación que gatilla el estrés. Es “cambiar la manera en que sentimos al cambiar la manera en que pensamos”.
Algunas personas que experimentaron traumas súbitos o han sufrido situaciones de abandono o maltrato emocional sostenido en momentos tempranos de sus vidas pueden llegar a sufrir en forma prolongada por dichas vivencias. Dolencias psiquiátricas como el trastorno de estrés post-traumático tienen que ver con esas experiencias y con el modo en que nuestra memoria alberga los recuerdos emocionales. El trabajo de neurocientíficos como Joseph LeDoux es relevante para entender las afecciones emocionales y su tratamiento porque explica la consolidación de las memorias. Al comienzo, cuando uno experimenta algo, el recuerdo es inestable hasta que se estabiliza por la síntesis de proteínas en el cerebro. Una vez almacenado el recuerdo, la exposición a un estímulo que le recuerda aquel evento, va a reactivarlo y a hacerlo inestable nuevamente por un período corto de tiempo, para volver a guardarlo luego y fijarlo nuevamente en un proceso llamado reconsolidación de la memoria.
Cuando la ansiedad excede los niveles normales puede generar “falsas alarmas” que sobreactivan la respuesta de estrés y provocan estados de preocupación intensos y síntomas físicos diversos
Ahora bien, cada vez que recuperamos una memoria de un hecho, al volverse otra vez inestable, permite la incorporación de nueva información. Ese momento es una ventana para cambiar las reacciones emocionales que acompañan un recuerdo. Un paciente que sufre un trastorno de estrés postraumático evoca con ayuda de un terapeuta experto y en un contexto seguro, los recuerdos de la situación vivida, para atenuar progresivamente las reacciones emocionales intensas que acompañan el recuerdo.
Por último, resulta central reflexionar también sobre el rol clave del otro (el prójimo, el ser amado, la comunidad) frente al desasosiego. Cuando cobija, cuando contiene, cuando acompaña. Como en el diálogo entre los dos en El beso de la mujer araña, la famosa obra del autor argentino Manuel Puig: “… y mientras esté a mi alcance, por lo menos en este día, … no te voy a dejar pensar en cosas tristes.”
Facundo Manes es neurólogo y neurocientífico (PhD in Sciences, Cambridge University). Es presidente de la World Federation of Neurology Research Group on Aphasia, Dementia and Cognitive Disorders y Profesor de Neurología y Neurociencias Cognitivas en la Universidad Favaloro (Argentina), University of California, San Francisco, University of South Carolina (USA), Macquarie University (Australia). @manesf


quarta-feira, 9 de dezembro de 2015

ENVEJECIMIENTO. Últimas noticias desde el frente científico contra la muerte



En el último siglo y medio se ha multiplicado la esperanza de vida pero gran parte de los procesos de envejecimiento siguen siendo un misterio para la ciencia
La restricción calórica es el único método demostrado para prolongar la existencia, aunque no en humanos

ISMAEL NIETO
ELPAIS

En solo cuatro generaciones, los humanos han visto crecer su esperanza de vida más que en las decenas de miles de años transcurridos desde la aparición de la especie. La ciencia, que permitió conocer la existencia de microorganismos que nos matan y ayudó a crear armas con las que combatirlos, está detrás de buena parte de esa prolongación de la existencia, pero el proceso que nos hace envejecer continúa siendo uno de los grandes misterios de la biología. Además, aunque la medicina ha logrado gestionar los efectos del paso del tiempo sobre la salud para mantenernos con vida y relativamente sanos más tiempo, seguimos envejeciendo como siempre.
En su último número, la revista Science ha publicado una serie especial de artículos en los que algunos de los principales investigadores del mundo en áreas relacionadas con el envejecimiento hablan sobre los últimos avances en la comprensión de su naturaleza y en la lucha por prolongar la vida.
Un pariente de las medusas puede permanecer durante años sin envejecer
Como se recuerda en el especial, la única intervención que se ha mostrado eficaz para extender la vida en animales sin emplear ingeniería genética es la restricción calórica sin malnutrición. “Aunque su efectividad no es universal, una gran parte de los estudios han documentado incrementos en la duración de la vida y la duración de la salud cuando se aplica restricción calórica en modelos de laboratorio, incluidos primates no humanos”, apuntan en uno de los artículos publicados en Science. Algunos estudios han mostrado beneficios para la salud en humanos que comen poco, aunque su alcance es limitado.
Un gran número de estudios han mostrado también que el ejercicio prolonga el tiempo de vida saludable. Sin embargo, los autores consideran que la dificultad para lograr que la población adopte este tipo de hábitos, igual que sucede con la restricción calórica, hace interesante el desarrollo de fármacos que produzcan efectos beneficiosos similares, en particular para personas mayores.
Un experimento involuntario que ha mostrado los efectos de la restricción calórica y el ejercicio sobre la población tuvo lugar en Cuba en los 90, tras la caída de la Unión Soviética. Entonces, la crisis desencadenada en la isla hizo que de un consumo de 3.000 calorías diarias por persona, los cubanos pasaran a ingerir unas 2.200 y, contra su voluntad, se vieron obligados a caminar más o utilizar la bicicleta como sustituto de los vehículos propulsados por combustibles que no se podían permitir. Además de una pérdida media de cinco kilos de peso, aquellas penurias hicieron mejorar la salud de los cubanos.
Un medicamento contra los rechazos en trasplantes incrementó la esperanza de vida de ratones un 38%
Otro de los campos de estudio de interés para combatir el envejecimiento son las células madre. La Hydra vulgaris es un minúsculo pariente de las medusas cuyas células madre no pierden su capacidad para renovarse. Los experimentos de laboratorio han mostrado que puede vivir durante más de cuatro años sin mostrar signo alguno de envejecimiento. El estudio de estos animales sugiere, por ejemplo, que el gen FoxO, relacionado con la tolerancia a la oxidación, y que también influye en la longevidad de las moscas Drosophila o de los gusanos C. elegans, puede ser uno de los culpables de la capacidad de H. vulgaris para seguir renovándose sin aparentes signos de desgaste.
Aunque no se sabe cómo puede aprovecharse este conocimiento para aplicárselo a los humanos, el estudio de las células madre es fundamental para comprender las bases del envejecimiento. Estas células mantienen sanos los tejidos de los seres vivos durante los años de mayor fertilidad, pero después pierden esa capacidad. Según explica Margaret Goodell, de la Escuela de Medicina Baylor, en Houston (EEUU), algunos estudios, como el que mostró que la inyección de plasma de ratones jóvenes en otros ancianos hacía que sus células rejuveneciesen, indica “al menos algunos aspectos del envejecimiento celular pueden ser reversibles, quizá a través de la reprogramación del epigenoma”. En este sentido, Goodell menciona que tratamientos como la rapamicina, que han logrado prolongar la vida de ratones de laboratorio en un 38%, pueden lograr su efecto mejorando el funcionamiento de las células madre en individuos mayores.
Investigadores como Goodell están tratando de comprender cómo las mutaciones genéticas, los cambios epigenéticos, o el entorno en el que se encuentran las células madre influye en su pérdida de efectividad con el paso del tiempo. Entender el papel que desempeña cada uno de estos factores servirá para diseñar estrategias con las que prolongar la vida de las células madre, como sucede cuando la sangre de ratón joven cambia el entorno de las células madre del ratón viejo.
Algunos factores del envejecimiento, como la longitud de los telómeros, tienen más interés en combinación con otros factores
En el especial de Science también aparecen los telómeros. Investigadores como Elizabeth Blackburn, que recibió el Nobel de Medicina por su descubrimiento, fueron pioneros en el estudio de estos mecanismos de protección del ADN situados en los extremos de los cromosomas. Según observaron entonces, los telómeros tenían que mantener una cierta longitud para que las células se puedan seguir dividiendo. Además, vieron que una enzima, la telomerasa, cumplía una función reparadora de los telómeros.
Siempre ha existido la esperanza de que este descubrimiento sería clave para comprender algunos de los mecanismos fundamentales del envejecimiento e incluso que diese ideas sobre cómo retrasarlo.
Con el tiempo, sin embargo, ha sido complicado utilizar el estudio de los telómeros con objetivos prácticos. Aunque hay empresas que venden productos que prometen dar a conocer la edad biológica a partir de la medición de los telómeros, la gran variedad de longitudes de los telómeros en personas de la misma edad o el incremento del riesgo de cáncer que puede compensar sus efectos beneficiosos hace que conocer su longitud sea una información poco práctica.
El valor del estudio de los telómeros llegará, según expone Blackburn en uno de los artículos de Science, en combinación con otros factores. “Una menor longitud media de los telómeros medidos en el momento del diagnóstico de cáncer de vejiga no se asociaba significativamente con la mortalidad futura”, explica la científica australiana. Sin embargo, “cuando se combina con un diagnóstico de depresión, la supervivencia media se reducía de 200 meses a 31”, añade. Después de advertir contra tratamientos sin regular para incrementar la actividad de la telomerasa que también podrían aumentar el riesgo de cáncer, Blackburn concluye que la biología de los telómeros se debe contemplar en un contexto junto a otros factores.
La única intervención que se ha mostrado eficaz para extender la vida en animales es la restricción calórica sin malnutrición
Aunque por el momento el conocimiento sobre la biología básica del envejecimiento es reducido, ya se han comenzado a probar en animales posibles tratamientos para alargar la esperanza de vida. La mencionada rapamicina, un fármaco empleado para evitar el rechazo tras trasplantes de órganos, logra revertir el deterioro cardiaco y mejorar el sistema inmune incluso cuando se comienza a aplicar en la edad adulta. Otro medicamento con potencial para prolongar la vida es la metformina, utilizada para tratar la diabetes.
Un enfoque diferente, que también se menciona en la serie deScience, es el de dirigirse a hormonas cuya expresión sufre cambios importantes durante el envejecimiento, como los esteroides sexuales o la hormona del crecimiento. No obstante, es un terreno en el que los riesgos y los beneficios aún no están bien definidos. En esta misma línea iría la transfusión de plasma joven para ralentizar enfermedades como el alzhéimer.
Pese a que los investigadores que trabajan en este campo reconocen lo mucho que se desconoce sobre la biología básica del envejecimiento, afirman también que los trabajos con modelos animales dejan abierta la puerta a pensar que no existen barreras a seguir ampliando la esperanza de vida.


segunda-feira, 26 de outubro de 2015

OMS. Salsichas e hambúrgueres fazem-nos cancro.


La OMS declara cancerígena la carne procesada

Salchichas, hamburguesas y otros productos cárnicos procesados son "carcinógenicos para humanos", dice la agencia sanitaria. La carne roja es "probablemente cancerígena".

ELPAIS

Comer carne procesada como salchichas, hamburguesas o embutidos aumenta el riesgo de sufrir cáncer, según ha concluido hoy un panel de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El dictamen concluye que este tipo de alimentos es “carcinogénico para los humanos” y lo incluye en el grupo de sustancias más peligrosas para la salud junto con el humo del tabaco, el plutonio o el aire contaminado, entre otros más de 100 compuestos analizados anteriormente. En un informe publicado hoy, el organismo también considera que la carne roja (vacuno, cerdo, caballo, cordero, cabra…) es “probablemente carcinogénica”.
Un panel de 22 científicos de 10 países de la Agencia Internacional para la investigación del Cáncer (IARC, en inglés), parte de la agencia sanitaria de Naciones Unidas, ha sido el encargado de revisar los estudios científicos publicados sobre el tema.
La decisión de la ONU fue adelantada la semana pasada por el Daily Mail y ocasionó un fuerte rechazo por parte de la industria. El Instituto Norteamericano de la Carne, una gran patronal cárnica en EE UU, dijo el viernes que el estudio “atenta contra el sentido común” y va en contra de “docenas de estudios en los que no se ha encontrado correlación entre la carne y el cáncer”.
¿Qué es la carne procesada?
El estudio de la OMS considera carne procesada "cualquier tipo de carne que ha sido transformada con sal, curación, fermentación, ahumado, para mejorar el sabor y preservar el alimento". Esto incluye salchichas y hamburguesas de carne picada y también embutidos. Aunque la mayoría de ellos son de carne de vaca o cerdo, este grupo también incluye embutidos hechos con sangre, carne picada de ave o vísceras.
La OMS considera carne roja la que proviene del músculo de un mamífero, lo que incluye vacuno, cordero, cerdo, caballo y cabra.
Pero el estudio de la ONU es concluyente y encuentra suficientes evidencias científicas para considerar las hamburguesas y el resto de las carnes procesadas como un producto que genera cáncer. La mayor parte de las evidencias que citan en el sumario de sus conclusiones,publicado hoy en The Lancet Oncology, se basan en estudios epidemiológicos realizados en varios países europeos y otras partes del mundo. Esos trabajos, dicen, muestran que este tipo de carnes se asocian con una mayor incidencia del cáncer colorrectal. El estudio encuentra una asociación directa entre estos alimentos y el “cáncer colorrectal en 12 de los 18 estudios de cohorte [estudios epidemiológicos con población general] con información relevante hechos en Europa, Japón y EE UU”, resalta el estudio.
En cualquier caso, es importante recordar que el riesgo adicional de estos alimentos para una persona es limitado, según reconoce incluso la IARC en un comunicado. En concreto calcula que por cada 50 gramos de carne procesada que se coma diariamente el riesgo de cáncer colorrectal aumenta en un 18%. Esto supone que “para un individuo, el riesgo [...] es pequeño, pero aumenta con la cantidad consumida”, ha explicado Kurt Straif, uno de los responsables del trabajo. Dado el alto consumo de este tipo de alimentos en muchos países, ha añadido, hay un "impacto en la incidencia global del cáncer importante para la salud pública".
En el caso de la carne roja, los expertos consideran que los indicios son "limitados", por lo que la incluyen en el grupo 2A, solo un escalón por debajo de los compuestos más dañinos. "En esta evalucación "el grupo de trabajo tomó en consideración todos los datos relevantes, incluidos los abundantes datos epidemiológicos que muestran una asociación positiva entre el consumo de carne roja y el cáncer colorrectal y los fuertes indicios mecanísticos", señala el trabajo. Este tipo de carne, añade, "también se asocia a los cánceres de páncreas y próstata".
Estos resultados apoyan aún más las recomendaciones actuales de salud pública de reducir el consumo de carne”, ha dicho Christopher Wild, director de la IARC. “Al mismo tiempo, la carne roja tiene un valor nutricional”, añade. El trabajo monográfico del panel de expertos es “importante” para que las agencias reguladoras internacionales hagan un análisis de “riesgos y beneficios” y hagan una recomendación al respecto, ha dicho Wild.
El trabajo ha analizado más de 800 estudios científicos sobre la asociación entre el consumo de estos alimentos y 12 tipos de cáncer en varios países. La información más “influyente” ha venido de los estudios de cohorte realizados en los últimos 20 años, dice el IARC.
La decisión va en la línea de lo que opinan otras organizaciones dedicadas a la lucha contra el cáncer. Por ejemplo, la Fundación Internacional para la Investigación en Cáncer, considera "convincente" que tanto la carne procesada como la carne roja están asociadas al cáncer colorrectal.


quarta-feira, 21 de outubro de 2015

¿Alarga la vida? ¿Predispone al sexo? Más picante, por favor


Pimienta, cayena, mostaza de Dijon, chile, tabasco, jalapeños, pimientos de Padrón, páprika… Si usted es de emociones fuertes en la mesa, está de suerte e igual llega a viejo por este motivo. Por no hablar de que podría ser menos propenso al cáncer y a las enfermedades cardíacas y respiratorias. La prestigiosa revista británica de medicina British Medical Journal acaba de publicar un estudio con esta conclusión: las personas que toman comida picante casi a diario tienen un 14% más de posibilidades de vivir más años que aquellas que la ingieren menos de una vez a la semana.

ELPAIS

La investigación incluyó a 487.375 personas de entre 30 y 79 años (excluyendo pacientes de cáncer y enfermedades del corazón) que habían pasado por China Kadoorie Biobank (una institución que estudia enfermedades genéticas de la población china) entre 2004 y 2008. En una media de 7,2 años de seguimiento hubo un total de 11.820 muertes entre los hombres y 8.404 entre las mujeres. Los que sobrevivieron habían tomado más comida picante y habían enfermado menos de cáncer y afecciones cardiorrespiratorias. La asociación de una mayor supervivencia con este tipo de alimentación se ajustó con otra serie de factores de riesgo potenciales y se descubrió que era aún mayor entre aquellos que no bebían alcohol.
Lo que nos hace más longevos es, en primer lugar, la genética, y, en segundo lugar, el medio ambiente. Un elemento como el picante puede colaborar, pero lo que importa es el conjunto"
Javier Aranceta, nutricionista
Antes de que vaya usted corriendo a la cocina a ver qué le puede echar hoy a la cena para que le arda bastante la lengua, debe saber que hay disensión entre los científicos acerca de la conclusión del estudio. “Ellos dicen que alarga la vida por dos razones. Una es que esta sustancia tiene poder antioxidante y lo cierto es que podría ser una razón, porque una de las teorías del envejecimiento es la de los radicales libres que producen deterioro de estructuras. Y todo lo que sea la inhibición de los radicales libres es una manera de que el cuerpo esté menos agredido”, admite Javier Aranceta, presidente del comité científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y profesor asociado de Nutrición Comunitaria en la Universidad de Navarra. “La otra razón se basa en la acción antiinflamatoria, y con todo ello formulan una hipótesis. Pero mi opinión es que siempre hay que contextualizar. Lo que nos hace ser más altos, más guapos y más longevos es, en primer lugar, la genética y, en segundo lugar, el medioambiente. Un elemento como el picante puede colaborar, pero al final lo que importa es la vida en su conjunto”, explica Aranceta.
Por su parte, el doctor Luis Miguel Luengo Pérez, de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario Infanta Cristina de Badajoz y vocal del comité gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), matiza que con esta investigación no se extraen conclusiones de causalidad, sino que se plantea una hipótesis para seguir estudiando. Y hace una segunda puntualización: “La tasa de mortalidad es inferior en los grupos de consumo medio-bajo y medio-alto de picantes, pero superior en los grupos tanto de consumo muy alto como de muy bajo, por lo que, como mucho, podríamos decir que un consumo moderado de comida picante podría estar relacionado con una menor mortalidad”. 
También para el sexo
Tradicionalmente, se ha relacionado la ingesta de comida picante con un aumento del deseo sexual. En realidad no se trata de que un plato de pimientos de Padrón predispongan al sexo. Un estudio publicado en Phisiology&Behaviorconstató que los hombres a los que gusta este tipo de alimentos tienen en su constitución más testosterona, una hormona que se relaciona con el mantenimiento del deseo sexual.
Sin embargo, en 2011 se hizo una revisión de todas las investigaciones hasta el momento, publicada en Food Research International, que concluyó que el jenjibre y el azafrán efectivamente despiertan el deseo sexual. Pero no precisó las cantidades más efectivas ni la frecuencia de consumo. 
Mientras la ciencia sigue investigando si de verdad el picante nos permite vivir más, es importante saber que los chiles, las guindillas y demás alimentos que pican cuentan con un compuesto químico llamado capsaicina que, más allá de su hipotética capacidad para alargar la vida, se ha relacionado con múltiples efectos para la salud. Uno de ellos es que ayuda a adelgazar, según indica un estudio de la Universidad de Tecnología de China del Sur publicado por la revista Obesity Reviews.
Esa capsaicina, que es la responsable del picor en la boca, los sofocos, el calor y de que nos lloren los ojos y aumente la mucosidad, también hace que se aceleren el corazón y el metabolismo, de modo que la temperatura del cuerpo aumenta y se queman calorías más rápidamente, tirando de las reservas de grasa del cuerpo. Aunque, unainvestigación reciente, realizada por el Centro de Investigación de Plantas Medicinales de la Universidad de Ciencias Médicas de Shahrekord (Irán), ha revisado toda la literatura científica al respecto y no ha podido llegar a una conclusión en este sentido, por lo que aún se necesita más evidencia científica. El problema es que otros estudios sostienen justamente lo contrario, que la comida picante es un riesgo de obesidad, como dice un experimento que se hizo con adultos chinos varones y que ha publicado BMC Public Health.
A pesar de todas estas investigaciones, en el mercado hay cápsulas con capsaicina que se utilizan como tratamiento alternativo y se venden con la promesa de que aumentarán el metabolismo basal (la energía que el cuerpo quema por el mero hecho de estar vivo), pero el doctor Aranceta lo enmarca dentro de las “terapias milagro” y advierte: “Para aumentar el metabolismo basal habría casi que hacer explotar el estómago de picante”. Sí, es cierto que este picor estimula la secreción de jugos gástricos y ayuda a mejorar la digestión, pero poco más. “Por eso, cuando alguien se come un plato de alubias le ponen un par de guindillas”, apunta.
Los alimentos picantes pueden favorecer la aparición o agravar patologías digestivas como la úlcera péptica y la enfermedad por reflujo gastroesofágico
Luis Miguel Luengo Pérez
¿Pero qué pasaría si echara 15 guindillas? Lo cierto es que, ingerida en grandes cantidades, la capsaicina también trae consigo consecuencias negativas. “Los alimentos picantes pueden favorecer la aparición o agravar patologías digestivas relacionadas con el balance de la mucosa protectora y la producción de ácido, como la úlcera péptica y la enfermedad por reflujo gastroesofágico, que, en fases avanzadas, puede evolucionar en un tipo particular de cáncer de esófago (adenocarcinoma por esófago de Barret), más frecuente en personas que consumen más picantes o alimentos más ácidos, como la población holandesa originaria de Surinam”, advierte Luengo Pérez. Y aunque pensar en tomar picante a diario nos trae a la mente la imagen de un aguerrido mexicano para quien el ardor en la lengua es poca cosa, un estudio realizado por el Departamento de Gastroenterología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán entre la población mexicana y publicado por el Nutrition Journal ha demostrado que el consumo frecuente de salsa picante está relacionado con la colitis ulcerosa.
Entonces, ¿hay algo claro en el ajetreado mundo del picante? Sí: que un vaso de agua no aliviará tanto el escozor como unos sorbos de leche, cuya caseína (fosfoproteína presente en la leche y sus derivados) inhibe la acción irritante de la capsaicina. Más cayena, por favor.


terça-feira, 20 de outubro de 2015

He conocido a bastantes hombres orgullosos de sus penes


pero a ninguna mujer que presumiera de su vagina. Claro que cuesta más alardear de algo que no se ve a simple vista, o que para mirarlo hay que invertir un cierto tiempo, disponer de un espejo, una luz adecuada, elegir un lugar apartado donde nadie nos vea y tener un cierto estado de ánimo -¿quién no recuerda la primera vez que se la vio?-. Nadie comenta que está encantado con su intestino grueso o con su arteria aorta.

ELPAIS


Es más, antes de que empezara el empoderamiento femenino, de que nos hiciéramos responsables de nuestro propio placer o de que menstruar fuera un acto a conmemorar, era bastante común oír comentarios, salidos de bocas de mujeres, sobre lo feas que eran las vaginas, en comparación con el órgano sexual masculino; y que lo peor de ser lesbiana, sin duda, era tener que meterse esa cosa en la boca. Bueno, más bien uno mete su boca dentro de esa cosa, porque las vaginas son todavía esos pozos oscuros, húmedos y con muchos misterios por descubrir, aunque la ciencia empiezar a interesarse últimamente por ellas, de una manera que va mucho más allá de la simplemente patológica.

Las mujeres hemos mimado poco a nuestras vaginas. Es verdad que las hemos llevado al médico, las hemos cuidado cuando estaban enfermas y las hemos usado durante el sexo pero, como ocurre con los órganos internos, solo nos hemos acordado de ellas cuando llueve. Ósea, cuando nos dan problemas. Todo lo más que hemos hecho por nuestros genitales es llevarlos a la peluquería y elegirles un peinado, en muchos casos, no acorde a nuestros gustos, sino a los de nuestra pareja.

La relación de una mujer con su vagina es algo cambiante y que varía con los años. De pequeñas y adolescentes les tenemos miedo y pensamos que cualquier cosa que entre en ellas puede desaparecer como en la chistera de un mago –la primera vez que una chica se pone un tampón es casi siempre un hecho memorable y humorístico–; pasamos nuestra juventud intentando entender algo que viene sin libro de instrucciones y, cuando ya le empezamos a pillar el tranquillo, es cuando empieza a necesitar de mantenimiento y reparaciones. Pero todo esto no es de extrañar en un mundo donde existe una palabra para designar a las cosas con forma de pene -fálicas-, pero no hay ningún vocablo para nombrar a las que tienen forma de vagina, como no sea agujero. Al mismo tiempo que todo lo bueno es “cojonudo” o “la polla”, mientras que lo que nos irrita, cansa o aburre es “un coñazo”.
Si una de las definiciones de inteligencia es la capacidad de adaptación a las diferentes situaciones o la de integrar nuevos conocimientos, podríamos afirmar que la vagina es bastante despierta, ya quesu flexibilidad es notable, y hasta increíble, a la hora de adaptarse a los diferentes tamaños de penes o al traumático proceso del parto. Pero, además, si el órgano genital masculino tiene una función de expulsión, la del femenino es de aceptación. El pene habla y la vagina escucha, que es siempre un acto más inteligente y enriquecedor. El poder de absorción de los genitales femeninos es tan grande, que hace unos años se puso de moda entre las adolescentes más extremas la peligrosa práctica de ponerse tampones empapados en alcohol para emborracharse lo antes posible, gastando lo mínimo.

La vagina es también un ecosistema en sí mismo, con muchos misterios todavía por descubrir. Según Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga, directora del Institut Clinic de Sexología de Barcelona y directora del Instituto Iberoamericano de Sexología, “nos queda todavía mucho por saber. Yo creo que hay lo que se llama un complejo clítoris-uretro-vaginal que se activa con la respuesta sexual y que todavía se está estudiando su funcionamiento. Y la flora vaginal, que ahora se llama microbiota, es también un sofisticado mecanismo de equilibrio entre los gérmenes para conseguir un pH ácido, que constituya una barrera para las infecciones”. La conexión entre la flora intestinal y la microbiota empieza a ser cada vez más evidente y ya existen lo que se llaman pro bióticos vaginales. “Se recetan sobre todo en casos de candidiasis de repetición, que se dan generalmente antes de la menstruación y son muy cíclicas, y el tratamiento dura unos seis meses”, cuenta Molero, “la microbiota vaginal no se coloniza hasta la pubertad, que es cuando el cuerpo se prepara para las primeras relaciones sexuales, en las que es puede ser normal cierta molestia o dolor fruto de la inexperiencia o el miedo a lo desconocido. Otra cosa muy distinta es el vaginismo, que impide las relaciones sexuales coitales, pero que no es un problema físico sino una fobia producto del miedo al dolor, que activa un mecanismo de defensa y que hace que la vagina se cierre. En la mayoría de los casos no hay no siquiera un factor desencadenante claro, ni el antecedente de un abuso, y para tratarla hay que trabajar en la desensibilización”.
 
¿Qué anticonceptivos resecan?

Una vez que nuestra vagina ha cumplido la mayoría de edad, cuenta con su microbiota en perfecto estado y ha tenido sus primeros escarceos, es muy probable que ya no se contente con los juegos caseros y empiece a pedirnos un montón de cosas. Lo primero de todo, en caso de que sea hetero, será una manera de evitar que los juegos con los chicos no reporten consecuencias indeseadas y, según Molero, “si se decanta por los anticonceptivos orales de baja dosis, es probable que éstos causen algo de sequedad vaginal, algo muy usual en la menopausia pero que también puede ocurrir en la juventud por causas fisiológicas o por estrés”. Nuestra “cueva del oso”, como le llamaba Eve Ensler en Los monólogos de la vagina, puede que también nos demande algunos juguetes para los días de invierno, en los que el frío nos invita a estar en casa junto a la estufa.
¿Cómo afecta la depilación?
Pero lo que es seguro que requerirá, es una visita al salón de belleza y, en este punto, habrá varias opciones: depilación integral, parcial o, si es una vagina hippie, es probable que opte por el no intervencionismo en los procesos naturales, es decir, el Mato Grosso style. Todas las opciones cuentan con sus partidarios y detractores. Los que odian los pelos argumentan higiene y una mayor sensibilidad; mientras sus contrarios, esgrimen la naturalidad y el papel protector del vello de los genitales, que actúa como barrera para evitar la entrada de virus e infecciones. Según Francisca Molero, tener el pubis como una actriz porno “exige la eliminación constante del pelo, causando la inflamación de los folículos pilosos y dejando heridas abiertas microscópicas. Si esto se combina con el calor y el ambiente húmedo de los genitales, se ha creado un caldo de cultivo para los patógenos bacteriales. Aunque, lo positivo de esta moda es quedeja a la vulva visible, y esto hace que la mujer tome mayor conciencia de sus genitales”.
Hongos, ETS y otros cuidados
Las operaciones de estética para modificar la vulva es algo que puede obsesionar a las más perfeccionistas, aunque establecer un canon de belleza es algo difícil, puesto que no hay dos iguales. Los sistemas de seguridad podrían incluir a las vaginas dentro de esos mecanismos de apertura que reconocen la huella dactilar o el iris del ojo. Cosas únicas e irrepetibles, y nuestros coños también lo son con sus tamaños, pliegues o longitud de los labios mayores y menores. Mecanismos perfectos que se ponen en funcionamiento, según cuenta Molero, “ a los 6 ó 7 minutos después de que la mujer se empieza a excitar. La vagina se alarga unos dos tercios de su tamaño, los pliegues se abren como un acordeón, el útero se coloca en ángulo recto para dejar más espacio a la vagina. Hay toda una preparación fisiológica para el sexo coital, por lo que el miedo a si el pene será demasiado grande, no tiene demasiado fundamento”.

En lo que si debería tener cuidado una vagina inteligente, es en elegir a sus amigos, ya que hay algunas enfermedades de trasmisión sexual para las que el preservativo no es ningún impedimento. “El virus del papiloma humano, los herpes o las cándidasson algunas de ellas”, cuenta esta sexóloga, “ya que se contagian en el área genital, cuando la vulva entra en contacto con los testículos. El riesgo cero en una relación sexual no existe, pero tampoco hay que volverse fóbico, sino observar las medidas de seguridad esenciales”.

A la hora de evitar hongos, las vaginas propensas a esta patología deben, según Molero, “evitar la humedad y su combinación con el calor. Los salvaslips no son necesarios y evitan la traspiración, como tampoco es bueno estar en la playa o la piscina con la parte de abajo del biquini o el bañador mojado. Hay que orinar antes y después de las relaciones sexuales, usar ropa interior de algodón, que no sea ceñida, y evitar los tangas o la ropa muy ajustada. La relación de la microbiota con la flora intestinal hace también que sea recomendable, si se es propensa a los hongos vaginales, disminuir la ingestión de azúcares, harinas refinadas e hidratos de carbono, los alimentos preferidos de las cándidas. Y también hay que evitar los jabones fuertes, que pueden destruir el pH. Existen ahora una nueva línea de jabones íntimos, aunque en realidad deberían llamarse jabones genitales, porque son externos y lo que lavan es la vulva, que tienen un pH neutro o alcalino. Otra opción son los jabones naturales con aceites esenciales de caléndula u otras plantas calmantes”. Hay también quienes proponen no utilizar ningún producto para este tipo de higiene, ya que, según dice el artículo de Women’s Health, 10 Wonderful things you should know about your vagina, estas son como gatos, tienen la capacidad de auto limpiarse y cualquier jabón o gel no haría sino alterar su pH. Y por si no lo sabían, recalca esta revista, hay más bacterias en nuestra boca que en nuestra “papaya”.
 Si con el tiempo el rostro se va llenando de arrugas, a la vagina les ocurre lo contrario, va perdiendo sus pliegues y volviéndose lisa, algo que no le favorece en absoluto. Pero si la comparamos con el miembro masculino, veremos que los daños causados por la edad tienen mejor solución que para su colega varón, que necesita de todo un sofisticado sistema de apuntalamiento. Según Molero, “además de lubricantes para las relaciones sexuales, con el paso del tiempo puede ser buena idea empezar a usar hidratantes vaginales, que administrados en forma de crema, dos o tres veces por semana, combaten la sequedad. Una nueva alternativa es Desirial, de Isdin, que acaba de salir al mercado, y que son inyectables que debe poner el ginecólogo. Su efecto dura seis meses y están indicados para combatir la sequedad con ácido hialurónico”.

Los ejercicios de Kegel es otra disciplina a incorporar lo antes posible para mantener la vagina en forma, y cuanto antes se empiece mejor. Si se hacen con las bolas chinas puestas, sus efectos se potencian. Es una pena que cuando ya conocemos el funcionamiento de nuestros genitales, estos empiezan a fallar y requieren más cuidados, pero lo importante y básico, pasados los 50, es que sigamos manteniendo el motor en marcha porque, si se para, luego es más difícil volverlo a encender. Y este consejo sirve para vaginas con pareja y solteras, que siempre pueden recurrir al autoabastecimiento hasta que llegue compañía.

Las vaginas tienen labios y pueden hablar, tan solo hay que escucharlas. Lo que ocurre es que nunca les hemos preguntado nada. ¿Qué tal si empezamos por interesarnos, como hizo Eve Ensler, en averiguar qué es lo que les gusta o les enfada, o qué ropa se pondrían si tuvieran que vestirse?

Imagem: autor desconhcido

segunda-feira, 14 de setembro de 2015

Sonhos


Sonhos são atividades mentais que ocorrem durante o sono. A maioria dos sonhos ocorrem em conjunto com rápidos movimentos dos olhos, donde se chamar a esta fase REM (Rapid Eye Movements), um período que ocupa, tipicamente, 20 a 25% do tempo de sono. Pensa-se que as crianças sonham durante cerca de 50% do sono. Sonhos durante os períodos não-REM diz-se que ocorrem no sono NREM.

https://jung2009.wordpress.com/sonhos/

Os investigadores do sono dividem-no em estádios, definidos pela atividade elétrica dos neurônios representada por ondas num eletro encefalograma (EEG). O registro faz-se ligando eletrodos na superfície do crânio. Os estádios no sono ocorrem em seqüência e voltam para o estádio 1 e sono REM cerca de 90 minutos após adormecermos. Estes ciclos repetem-se durante o sono com o período REM ficando cada vez mais longo. Tipicamente, uma pessoa tem 4 ou 5 períodos REM durante uma noite, durando cada entre 5 a 45 minutos. Existe contudo algumas evidencias de que o sono REM surgiu antes do sonho e que os dois são independentes.1
O estado REM é um estado neurológico e fisiologicamente ativo. Quando uma pessoa está num sono profundo não há sonho e as ondas (chamadas ondas delta) ocorrem 3 por segundo. No sono REM, as ondas ocorrem cerca de 60 a 70 por segundo e o cérebro gera cerca de cinco vezes mais eletricidade do que no estado acordado. A pressão arterial, as batidas do coração, a respiração, etc. podem mudar dramaticamente durante o sono REM. Visto não haver causas físicas externas para estes estados, o estimulo tem de ser interno, i.e., no cérebro, ou externo e não-fisico. Esta ultima explicação–os sonhos são uma passagem para o paranormal ou o sobrenatural–parece sem qualquer valor, apesar de ser muito antiga. Cada um dos seguintes pode ter contribuído para este erro: sonhar com pessoas mortas, sonhar que estamos em lugares distantes ou a viajar no tempo, sonhos que parecem proféticos, sonhos que são tão estranhos, curiosos ou bizarros que estão mesmo a pedir uma interpretação paranormal.
Quando o ego vígil sonha que “está sonhando”, isso simboliza que mudanças mais complexas que as habituais estão se processando na estrutura do ego, assim como os sonhos recorrentes, que se repetem por inteiro, simbolizam a necessidade de penetração de seus conteúdos na consciência.
Tart e outros parapsicólogos que pensam que o estado de sonho é uma passagem para o outro mundo2 parecem acreditar que a prova cientifica para isso são as distintas ondas cerebrais dos diferentes estádios do sono. Parecem pensar que as ondas cerebrais representam diferentes estados de consciência e que o sono é um atestado alterado de consciência. Mas o sono não é um estado de consciência, mas de inconsciência. Mais, as ondas cerebrais não representam estados de consciência, mas atividade elétrica no cérebro. A atividade cerebral durante o sono é curiosa. Enquanto sonhamos, não só experimentamos o   equivalente a alucinações, algumas das quais nos classificariam como psicóticos se as tivéssemos acordados, mas também sentimos que nos movemos fisicamente e agimos como se o corpo se movesse. Mecanismos no cérebro protegem-nos durante o sono das atividades motoras que poderiam levar a ferir-nos ou ferir outros. Ou seja, a maioria de nós está paralisado durante o sono. Porem, algumas pessoas sofrem de um problema neste mecanismo, que não impede esta atividade motora. Estas pessoas falam, andam , etc. (sonâmbulos) e são um perigo para si próprias e para os outros. Essas pessoas não saem dos corpos, mas saem das suas camas durante o sono.
Outra curiosidade da atividade cerebral durante o sonho é que quase todos são esquecidos. A amnésia é a regra. Isto não se deve a nada paranormal ou sobrenatural, mas a uma codificação fraca. A memória depende da codificação dos dados da experiência. Codificar depende das conexões entre partes do cérebro, que por sua vez dependem das conexões na experiência. Um fato com forte carga emocional é mais provável de ser recordada que outra sem essa carga emocional porque as memórias emocionais são registadas numa parte do cérebro e as visuais noutra. O que as liga são as conexões neuronais. Podemos recordar sonhos se acordamos logo após ele ocorrer. Mesmo assim, se não o codificamos fazendo algum esforço, é provável que o esqueçamos. Algumas pessoas levantam-se e escrevem o sonho. Outras ficam deitados e criam algumas associações. A mais fácil é dar um titulo ao sonho e uma descrição. Por exemplo, sonha que é perseguido por um urso polar até entrar numa biblioteca e intitula-o como “Pesquisar o Urso Polar.” Volte a adormecer e é mais provável que recorde o sonho lembrando-se do titulo.
Talvez o aspecto mais curioso do sonho seja que a maioria de nós não tem consciência de que sonhamos enquanto estamos a sonhar. PET scans durante o sonho mostram reduzida atividade do córtex prefrontal durante o sono REM e isto pode explicar diversas características do estado sonho.
O cortex préfrontal reside junto da frente do cérebro e é onde o comportamento e a auto-consciência reside. Não tendo atividade nesta região, uma pessoa pode não compreender que fatos bizarros ou impossíveis no sonho são irreais. Isto pode explicar distorções na percepção de tempo do sonhador, a incapacidade de refletir sobre o que ocorre e o esquecimento que normalmente se segue ao acordar.3
Alguns investigadores citam a falta de atividade préfrontal como sinal de que a função do sono é reparadora. O sono permite o repouso dos lóbulos frontais, a parte mais ativa dele quando estamos acordados.4  E pode ser que os sonhos lúcidos–ter consciência que sonhamos enquanto sonhamos–é possível para certas pessoas devido aos seus lóbulos frontais não “desligarem” por completo enquanto sonham. Mas a maioria dos parapsicólogos não estão interessados na fisiologia do sonho. Em vez disso centram-se no conteúdo do sonho, que acreditam ser uma passagem para o paranormal ou o sobrenatural.
O sonho profético ou clarividente é talvez a razão mais forte para a crença no sonho como passagem para outros mundos. Alguns sonhos são estranhos. Parecem predizer acontecimentos. Mais, enquanto a maioria dos parapsicólogos admitem que é de esperar alguma coincidência entre o que a pessoa sonha e o que acontece, é argumentado que existem demasiados casos de sonhos proféticos para poderem ser explicados por coincidências. É verdade que nem todos os sonhos proféticos podem ser explicados como sendo coincidências. A maioria provavelmente são assim explicados, mas muitos outros podem-se dever ao preenchimento da memória do sonho após os fatos e outros como apenas mentira. Mas a maioria dos sonhos proféticos são prováveis coincidências. Tais sonhos são impressionantes para quem não entende a Lei dos Números Muito Grandes, o efeito Forer e como a memória funciona. Se as probabilidades são de um para um milhão de um sonho ser profético, então, dado o numero de pessoas na Terra, e o numero médio de sonhos por pessoa durante um período de sono (250, de acordo com Hines), então devemos esperar que em cada dia existam mais de 1,5 milhões de sonhos que parecem clarividentes. Isto não inclui todos os sonhos de gatos, cães e outros animais, que podem ter aparentemente experiências psíquicas enquanto dormem, não sabemos com que propósito. Mais, se pensa que o sonho é uma porta para o paranormal ou sobrenatural então as pessoas cegas não deviam ter o seu sonho limitado pelas suas limitações físicas, mais que aqueles que vem. Porem, cegos de nascença não tem sonhos visuais.5
Existem ainda os que pensam que os sonhos são passagem para vidas passadas. Outros pensam que os sonhos que temos se devem aos medos dos nossos antepassados. Temas universais como o ser perseguido ou cair parecem vir desde os nossos tempos como caçadores e recoletores. Temos esses sonhos porque os nossos antepassados eram perseguidos por tigres dente-de-sabre e dormiam nas árvores. A prova desta crença é mínima, se é que existe, mas pode-se defender que a forma (não o conteúdo) destes sonhos se devam a um desenvolvimento evolucionário ligado ao exercício de comportamentos instintivos necessários à sobrevivência.
Se o estado de sonho é uma passagem para algo, é-o provavelmente para os medos e desejos pessoais atuais. Assumimos que os sonhos tem um propósito, mas é mais provável que esteja enraizado nesta vida que em qualquer outra. Qualquer teoria do sonho tem de tentar explicar porque é que o cérebro estimula as memórias e as confabulações que produz. É muito provável que os sonhos sejam o resultado de ativações elétricas que estimulam memórias localizadas em diferentes partes do cérebro. O porquê do cérebro estimular e confabular apenas as memórias permanece um mistério, apesar de haver várias possíveis explicações. Explicações em termos do paranormal e do sobrenatural não são tão plausíveis como as que se limitam a mecanismos biológicos e emocionais ligados à atividade cerebral.
Uma hipótese para os ritmos do sono é que são um modo do cérebro desligar o córtex de sinais sensoriais. Quando dormimos, os neurônios do tálamo impedem a penetração de informação sensória para o córtex. Isto dá-lhe a possibilidade de repousar. Outra hipótese é que o sonho desempenha um papel no processamento das memórias, especialmente as emocionais. Durante o sono REM, as amídalas, que tem um papel na formação e consolidação das memórias das experiências emocionais, estão bastante ativas. Uma teoria relacionada é que os sonhos são “os cães de guarda da psique” (Baker). Os sonhos são mecanismos que informam e guiam as nossas sensações e emoções. Em resumo, esta teoria defende que os sonhos são um modo de exprimir os nossos desejos e medos que, porque qualquer motivo, não exprimimos quando estamos acordados. Se isto é verdade, segue-se que apenas alguém intimo de quem sonha pode tentar interpretar um particular sonho. Os sonhos são algo muito pessoal e falam à vida emocional específica do sonhador. O “mais seguro guia para o significado do sonho é o sentimento e julgamento de quem o sonha, que, bem no fundo de si, conhece o seu real significado” (Baker). Esta teoria parece basear-se no fato de que a maioria dos sonhos se relacionam com o que aconteceu no dia antes ou dois dias antes, e refletem a vida e preocupações atuais de quem sonha, incluindo sentimentos não resolvidos. Esta teoria também implica que a interpretação dos sonhos pode desempenhar um papel significativo na auto-descoberta. Podemos ter ansiedades ou desejos que só os sonhos podem revelar.
A maioria de nós não tem dificuldade em encontrar exemplos de “sonhos de ansiedade” ou de “desejo de concretização” na nossa experiência. Podíamos não ter consciência dos nossos desejos ou medos até o sonho os revelar. Por vezes os nossos sonhos simbólicos são tão claros que não necessitamos de ajudar para os interpretar. Outros. são tão estranhos, irracionais ou bizarros, que não lhes encontramos qualquer sentido. Procuramos outros que se afirmam como especialistas em interpretação de sonhos para nos ajudar a revelar o sentido oculto dos deles. Estes devem ser particularmente cuidadosos em não impor a sua leitura nos sonhos dos outros. Por exemplo, o sonho referido acima, do urso polar, pode ser interpretado de diferentes modos, mas só eu e duas pessoas estão na posição de o interpretar “corretamente.” Não duvido que haja diferentes interpretações plausíveis. Mas a “correta” é uma que tem sentido para o sonhador. Era um sonho assustador.
Existem algumas pessoas, contudo, que experimentam coisas muito mais horríveis, e que as sonham regularmente (Sacks). O porquê do cérebro aterrorizar o seu dono deste modo está para lá da compreensão. Este sonhar obsessivo não tem mais valor que o comportamento obsessivo-compulsivo. Tais pessoas não tem só pesadelos, tem medo de adormecer. Precisam de um bom terapeuta, mas não de um interpretador de sonhos. Se podem ser ajudados é a controlar os seus sonhos. Existem vários métodos para isso, a maioria dos quais envolve preparação visual ou auditiva anterior ao sono. 
Alguns terapeutas afirmam sucesso tratando os pacientes com o que se chama “desordem de stress post traumático.” Alguns pacientes afirmam ter sido ajudados a vencer os pesadelos repetitivos com o sonho lúcido. Nenhum foi ajudado tratando os sonhos como uma passagem para um nível superior de consciência.

Imagem: http://www.thaissacarvalho.com.br

Angola. O país mais mortal para as crianças


"New York Times" mostra a realidade dos serviços de saúde de Angola, o país do mundo com um índice mais elevado de óbitos entre crianças. E liga os números devastadores à corrupção.

http://rr.sapo.pt/informacao_detalhe.aspx?fid=1&did=191617

Tudo começa com uma mãe e uma avó que vêem morrer em frente aos seus olhos o seu menino. É José. O hospital é impecável, pelo menos nas infra-estruturas e limpeza. Mas, como em tantos outros que mais à frente descobrimos nareportagem de dez minutos do "New York Times", faltam médicos e enfermeiros.
Há 60 mil crianças que morrem todos os dias no mundo. Mas em nenhum país morrem mais crianças do que em Angola. "Ainda assim o governo decidiu cortar os custos com a saúde em 30%", alerta o jornalista Nicholas Kristof que, juntamente com Adam B. Ellick, assina o trabalho do jornal norte-americano.
Os jornalistas do "New York Times" apontam a corrupção como o factor que espoleta esta tragédia humanitária em Angola e mostram imagens das festas do centro da capital Luanda em que Porsche e Jaguar são meio de transporte habituais e o champanhe é rei nos balcões dos bares.
O jornal norte-americano descreve um país de muitas e profundas desigualdades, em que o petróleo e os diamantes deviam ser mais do que suficientes para evitar a morte de crianças.
Kristof diz que a maior parte dos casos de morte de menores eram possíveis de prevenir e no texto introdutório da reportagem afirma que nunca mais poderá fazer outro trabalho igual naquele país africano.
"Angola naturalmente não recebe bem os jornalistas. Demorei cinco anos até conseguir um visto para entrar em Angola, e depois desta reportagem duvido que mais alguma vez consiga entrar no país enquanto este regime estiver no poder", avança o jornalista.
Ristof descreve que o que mais o impressionou foram os momentos que viveu "na Angola fora das cidades" em que as pessoas não têm acesso a médicos ou a dentistas.
"É especialmente devastador ver crianças a sofrer por não terem tratamento médico e que não podem sequer ir à escola. Ou então conhecer uma mãe que já perdeu dez filhos, e isso é especialmente enfurecedor quando estamos a falar de um país tão rico", pode ler-se.
Nicholas Kristof pediu entrevistas ao Presidente angolano, José Eduardo dos Santos, e à filha, Isabel dos Santos, mas ambos recusaram.
Este é já o segundo trabalho que o jornalista publica sobre Angola este ano.