David Escors en su laboratorio. / navarrabiomed
La activación de
los linfocitos puede ayudar a tratar infecciones o cánceres
El sistema inmunitario —las defensas del
organismo— también envejece. En concreto los linfocitos T, que son clave en la
detección de organismos extraños para su posterior eliminación, van perdiendo
sus propiedades con el tiempo, lo que explica, por ejemplo, por qué las
personas mayores son más propensas a adquirir infecciones. El proceso por el
que esto ocurre ha sido descrito por un equipo liderado por David Escors, del
organismo de investigación Navarrabiomed,
lo que permite pensar en trabajar para revertirlo. Lo han publicado en Nature
Immunology.
El proceso de envejecimiento es más
rápido de lo que se piensa. El propio Escors, que midió su sistema inmunitario
como parte del trabajo, tenía entre un 35% y un 40% de sus linfocitos T
envejecidos a los 37 años, cuando fue analizado (ahora tiene 40).
En el proceso están involucradas varias
rutas (el gen p38, la AMPK), lo que ofrece distintas alternativas para actuar
sobre ellas. La idea es reactivar el sistema inmunitario para fortalecerlo
cuando surge una infección o para activarlo en inmunoterapias contra el cáncer,
por ejemplo. De hecho, ya hay fármacos que actúan sobre el p38 (presente en
algunos tipos de cáncer).
Otra opción sería usar una terapia
génica para modificar los linfocitos y que perdieran la capacidad de envejecer.
Por ejemplo, el sensor metabólico AMPK activa el p38, que, a su vez, hace que
no se exprese la telomerasa. Esta enzima es clave para mantener la integridad
de la información genética en la división celular, y al inhibirla se impide ese
proceso. La consecuencia, al no haber envejecimiento, es que no hay mutaciones
(cambios en el ADN que dan lugar a comportamientos anómalos de las células), y
se detiene el proceso.
El AMPK también actúa cuando detecta una
bajada de glucosa (el nutriente básico de las células), y activa un sistema de
ahorro que reduce las divisiones celulares (y, por tanto, el envejecimiento).
El proceso, sin embargo, tiene otra
lectura, y lo importante es encontrar el equilibrio. El envejecimiento de los
linfocitos y su consecuente inactivación es un mecanismo de protección ante las
mutaciones que hayan podido adquirir. Por eso a la hora de rejuvenecerlos hay
que tener en cuenta ese aspecto con sus posibles riesgos (una reacción
autoinmune, por ejemplo).
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