María Cappa | Madrid ELMUNDO.ES
Se acaban de cumplir seis meses desde la declaración de hambruna en el Cuerno de África. Un total de 13,3 millones de personas en el Sahel corren un grave riesgo de muerte por desnutrición. Unicef ha solicitado a la Comunidad Internacional un total de 600 millones de dólares para poder financiar su actividad respecto a las llamadas 'emergencias silenciosas'.
Mortalidad infantil en Sudán del Sur
La República de Sudán del Sur, nacida el 9 de julio de 2011, es el país más joven del mundo, aunque no ha tenido una vida apacible. Los continuosataques del Ejército de la Resistencia en la frontera con Sudán del Norte, han provocado que miles de familias abandonen sus casas. La carencia de alimentos, junto con los permanentes conflictos armados, hacen del joven país uno de los más pobres del mundo.
Faride Rumba puede considerarse afortunada por haber podido dar a luza su pequeña en un hospital. La representante de Unicef en esta nación, Yasmin Ali Haque, explica que es un país en el que, el mero hecho de nacer, ya es una actividad arriesgada. "Los partos son atendidos por asistentes sin formación, en una cabaña donde no se pueden tomar las medidas necesarias para evitar infecciones. Tampoco se pueden afrontar situaciones de emergencia que podrían acabar con la vida del pequeño o la de su madre".
Alrededor de 30.000 personas han llegado a Sudán del Sur en los últimos meses. Hay familias que viven en campamentos de tránsitohabilitados para los que regresan del Norte. Lo habitual es que lo dejen pronto, pero muchas se quedan porque no tienen adónde ir. Esta realidad supone una especial amenaza para los niños, que se vuelven todavía más vulnerables. "Los separan de sus familias, y la escuela, los servicios sociales y la economía familiar se interrumpen", explica Ali Haque. Unicef y sus aliados tratarán de levantar un Estado en el que el respeto por los niños y los derechos de su población sean una prioridad, para lo que serán necesarios 62 millones de dólares.
Niños soldado en el Congo
El conflicto armado que asola el este y noreste de la República Democrática del Congo (RDC), sumado a lacarencia de infraestructuras de servicios sociales, hacen de este país uno de los más necesitados del mundo. Y también de África. Después de Somalia, es la región que más ayuda económica necesita: 144 millones de dólares. Con ellos intentarán solucionar los problemas de seguridad que, de manera especial, sufren los niños. Uno de ellos es Raúl, que secuestrado en 2008 por elEjército de Resistencia del Señor (LRA) a los 11 años.
Tres años después ha vuelto a casa, traumatizado por las matanzas que le obligaron a cometer, y los horrores que tuvo que presenciar. "No me atrevía a negarme a asesinar a nadie. Un amigo mío lo hizo y terminó muerto". Desde que los ataques del LRA comenzaron, en 2008, cientos de menores han sido capturados para después usarlos como soldados o como esclavos sexuales.
Unicef y su aliado en RDC, COOPI, han asistido, entre 2008 y 2010, a más de 1.500 niños asociados con grupos armados en Dungu, en el este del país. "Han sido testigos de situaciones espantosas. Nuestro deber es escucharlos para tratar de quitarles el trauma. Necesitan atención psicológica para poder integrarse otra vez en la sociedad, y que sean capaces de llevar una vida normal en el futuro", explican desde la ONG.
Ablación en Etiopía
"Cuando aquella persona iba a realizarme la escisión genital, me taparon los ojos y me ataron las manos. Una vez libre, golpee al que me lo hizo". Así cuenta Maeza cómo vivió su mutilación. Tenía 7 años. Laablación es ilegal, pero más del 70% de las etíopes ha pasado por ello. La mayoría practicadas por médicos profesionales. Y es que, sobre todo en zonas rurales, creen que la mutilación es lo mejor para las mujeres.
Esta falta de conocimiento, y sus fatales consecuencias, constituyen el núcleo del problema que, tanto Unicef, como la Unión Europea, quieren atajar. El representante de la ONG en Etiopía, Ted Chaiban, cuenta que están llevando a cabo un programa educativo. Con él están provocando uncambio social que, junto con las labores orientadas a paliar la hambruna y la falta de higiene, estiman que cueste alrededor de 88 milones de dólares.
"Nos centramos en el diálogo comunitario. Hablamos con líderes religiosos, jefes ancianos y mujeres, para explicarles los riesgos que la mutilación conlleva". Una vez concienciados, las comunidades celebran una ceremonia de abandono. Mediante este acontecimiento simbólico, y muy visual, todosse comprometen públicamente a ponerle fin a esta cruel práctica.
Enfermedades curables en Kenia
En los últimos meses, cientos de miles de refugiados de Somalia han colapsado los centros de refugiados de Kenia. Consigo, no solamente llevan su pena, su miedo y su hambre. Llegan acompañados de enfermedades curables, pero letales, y de una acusada falta de información. En el campo de Dadaab, son el sarampión y la polio las dolencias que amenazan la vida de los somalíes.
La especialista de Unicef en Somalia, alerta de que "la mayoría de los refugiados recorren una larga distancia. Llegan hambrientos y deshidratados". Un estado que deja a los niños especialmente indefensosfrente al contagio de enfermedades. "Tenemos vacunas suficientes para 200.000 menores de 5 años" –cuenta la jefa de operaciones del Comité de Rescate Internacional-. Unicef ha solicitado un total de 47 millones de dólares para tratar de erradicar estas enfermedades.
Otro de los problemas, al margen de la financiación, reside en que muchos de los padres nunca han escuchado hablar de la vacunación, y algunos de ellos no se fían". No fue el caso de Kadyo Hussein, una refugiada somalí, madre de varios niños. "Nunca había oído hablar de esta práctica en Somalia. Hoy me han contado que es importante para inmunizar a mis hijos, así que he aceptado". Ha entendido que la única manera de atajar una catástrofe, pasa por vacunar cuanto antes a los más pequeños.
Educación en Somalia
Una de las consecuencias que sufren los somalíes por abandonar su país, es la de la carencia de educación. Desde septiembre del año pasado, 155 escuelas de desplazados a Mogadiscio han dado servicio a casi 40.000 niños. Uno de los maestros cuenta que "hacen turnos porque solo tenemos dos aulas. Unos están de mañana y otros de tarde. También se turnan el material escolar. No hay para todos".
Esta situación contrasta con la tónica general en Somalia. Se calcula que 1,8 millones de niños entre los 5 y los 17 años han dejado de ir al colegioen el sur y en centro del país. Y, según advierten desde Unicef, esta cifra puede aumentar drásticamente si no se toman medidas urgentemente. Según datos de la ONU, Somalia es el epicentro de la crisis humanitaria africana. Una sequía y una hambruna salvajes están matando lentamente a su población. Por eso Unicef ha pedido a la comunidad internacional casi 300 millones de dólares para poder actuar sobre ellas.
La falta de formación es una de las consecuencias de la hambruna; una de las más terribles, porque los sumerge en una espiral de misera de la que difícilmente se puede salir. Afortunadamente, la oficial de educación de la ONG para la emergencia en Somalia, Lisa Doherty, cuenta que ya hay planes de reapertura de escuelas para septiembre. "Probablemente tendremos que contratar y formar muy rápidamente a profesores para que ocupen los puestos de los que se han ido", explica. Una cifra que se estima que ronda el 50%, ya que ellos mismos han tenido que salir en busca de ayuda.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/26/solidaridad/1327576968.html
Sem comentários:
Enviar um comentário